Mundo Caracol

lunes, noviembre 12, 2007

Dinamarca. Día 2


Jueves 1-XI-07
Pronto arriba que es el primer día y estamos con ganas de conocer la ciudad, queremos café de cafetera pero nos tenemos conformar con el café soluble de Ana que para nuestra sorpresa está deliciosio!!tenemos que llevarnos un bote a Madrid sin falta.
Después de tomarnos nuestro tiempo (somos chicas y un baño) en ducharnos y tal salimos a la calle, cielo encapotado y frescor danés, encima yo llevaba medias, caletines largos, calcetines cortos y vakeros y x arriba, camiseta interior, camiseta de manga larga, camiseta de manga corta, jersey y abrigo así que mucho frío tenía que hacer para que lo sintiera.
Nos fuimos andando hacia la playa y después paseo idílico por una senderillo rodeado de césped, casitas bonísimas y luego entre un bosquecillo de árboles dorados (q bonito esto último) donde nos hicimos fotos para el catálogo de Green Coast…
Al llegar al centro de la ciudad Sonia nos enseña su universidad, muy bonita, con su lago con sus patos en el centro de las facultades y todo. Luego dimos un paseo por el centro centro, nada que señalar. Después pillamos un bus y nos fuimos a la ciudad de Den Gamle By (q se pronuncia como a ellos les de la gana x q recuerdo q la última palabra se dice blol, bol o algo así) es una “ciudad” que recrea cómo era Aarhus en el siglo XIX, y la verdad es q las casitas eran una monada, además en algunas había gente vestida de época también, haciendo cosas que luego puedes comprar, los pasteles ni los miré pero me han comentado que están riquísimos. Después de 500 fotos y hacer un poco el ganso salimos al jardín botánico a comer, un parque lleno de árboles con unos colores preciosos.

Poco tiempo que perder así que la sobremesa la hacemos de vuelta al centro, queremos ir a la playa pero es mejor que cojamos bicis así nos pateamos media ciudad en busca de 3. Para el que no lo sepa en Dinamarca (supongo que en otros países bicicleros también) hay bicis comunes, que son como los carritos de la compra, metes una moneda y te llevas una bici y cuando la devuelves en cualquiera de los puntos válidos te devuelven la moneda, el único problema es que suelen estar todas cogidas.
Cuando por fin conseguimos una para cada una nos dirigimos a la playa no sin encontrarnos con algún problema como que María no terminaba de atreverse a lanzarse a la carretera. A mitad de camino decidimos parar a descansar y dar la vuelta porque estaba oscureciendo y no íbamos a ver nada así que para qué, la vuelta fue un tanto horrible porque hacía viento y las bicis pesaban un huevo, además nuestros cuerpos, concretamente nuestras piernas no están acostumbradas a tanto ejercicio, ni siquiera al ejercicio…por esta razón, en un momento dado María se sintió cansada y decidió echarse al suelo, echarse literalmente, vio un poco de césped y pensó ahí que voy!

Un rato después entramos en un bar rollo las paredes y el techo están llenas de movidas colgando y sin colgar bastante chulo y nos tomamos un café y unos teses. En un momento dado me fui al baño y mientras me estaba lavando las manos alguien intentó entrar, yo no supe qué decir y cuando salí una rubia platino peliteñida me empezó a escupir palabras que no entendía, debí poner una cara de póker brutal porque al momento me dijo “no danish?” palabras que hicieron q volviera a coger aire, por fin entendía algo de lo que me decía, así q le dije que no y muy sonrientes nos pedimos perdón y nos fuimos cada una x un lado (ella dentro del baño). Allí nos dimos cuenta de que también existe el MondoSonoro, no se llama así pero es una revista exactamente igual pero más pequeña y llena de palabras incomprensibles de un idioma llamado danés.
Volvimos a casa pero antes pasamos a hacer un poco de compra, María y yo aprovechamos para comprar el café tan rico que nos había dado Ana la mañana anterior. Al llegar a casa nos daríamos cuenta de que no basta con un bote de cristal y una etiqueta roja para que sea un buen café, nos habíamos equivocado…
Una vez en casa hicimos tortilla de patata y la acompañamos de unas copichuelas, porque un jueves hay que salir.
Y bebiendo, charlando y conociendo al inquilino nos dieron las 12 de la noche, arréglate, prepárate, pilla el bus de la 1:20 y para volver el de las 3, pues para eso nos quedamos aquí de peo…